viernes, 6 de noviembre de 2009

los mejores carros de carrera




Las carreras de carros eran uno de los deportes más populares de la antigua Grecia y Roma. Solían ser peligrosas tanto para los aurigas como para los propios caballos, quienes con frecuencia sufrían serias lesiones, llegando incluso a la muerte. Este deporte generaba un fuerte entusiasmo en los espectadores comparable al actual interés por el automovilismo. Algunos de los aspectos de la organización de las carreras de carros se equiparaban a las actuales prácticas en deportes profesionales. En las carreras de carros, según el estilo romano, los equipos estaban formados por los diferentes grupos que la financiaban, compitiendo a veces por los servicios de los conductores más expertos. Estos equipos tenían un gran apoyo por parte de los espectadores, lo que en ocasiones provocaba disturbios entre los seguidores de los diferentes equipos. A veces los combates eran politizados, de modo que el deporte comenzó a ser algo más que las carreras en sí mismas y empezó a afectar al total de la población. Esto ayuda a explicar por qué los romanos y más tarde los emperadores bizantinos tomaron el control de los equipos y designaron a varios funcionarios con objeto de supervisarlos. El deporte comenzó a perder importancia tras la caída del Imperio Romano de Occidente, aunque sobrevivió durante un tiempo en el Imperio Bizantino.

viernes, 23 de octubre de 2009

brujas


satanismo


Según los expertos, en España hay más de 2.000 personas integradas en unas 100 sectas satánicas. Su número exacto, sin embargo, es muy difícil de determinar, ya que, la mayoría de las sectas satánicas y sus grupos tratan de permanecer ocultas, desconocidas, a no ser para sus miembros y muy pocos más. Prefieren dividirse y subdividirse a formar un grupo numeroso, que, aunque contaría con más fuerza, estaría más expuesto al desvelamiento de sus secretos y a las denuncias, con la consiguiente localización de los centros e identificación de sus adeptos, su represión y disolución.Proliferan, sobre todo, en el eje Madrid-Barcelona-Levante. Las causas de su proliferación son variadas. Desde el morbo, la curiosidad, el apetito sexual, el ansia de poder o la pérdida del sentido de lo sagrado.